Para iniciar los comentarios en
este blog con temática saludable, vamos a empezar con algo personal sobre la
salud, nuestra vivencia en la infancia y la adolescencia respecto a la salud en
el contexto de la escuela.
Yo nací en República Dominicana,
Santo Domingo Norte. Allí el sistema educativo con respecto a la Educación
Infantil es muy diferente, no hay tanto control como aquí en España-Galicia
-Orense. Los niños según su condición socio-económica acceden a la escuela
cuando el padre lo desee, puede empezar con una edad de 8 años en Infantil, es
un pequeño ejemplo de muchos, para que se hagan una idea.
Yo no recuerdo mucho de mi
infancia en la escuela, más bien tengo escuchado de mis progenitores algunas
vivencias que enseguida compartiré en este blog de blogs. Estos relatos
saludables no harán referencia únicamente a la salud física, sino también a la
salud social y mental que teníamos en aquel entonces.
Gracias a mis padres, pude
iniciar en la escuela a los 2 años y medio, era un pequeño colegio cuya aula
era reducida, estaba todo muy junto y quedaba, aun así, poco espacio para
realizar algunas actividades. Me cuentan mis padres que tenía que levantarme
muy temprano para poder ducharme, lavar los dientes, peinar y desayunar. Nunca
podía salir de la casa sin hacer estar cosas, el bus iba a buscarme a la puerta
de casa, hasta llegar al colegio.
En los primeros días, como no conocía a nadie, era una niña que poco me relacionaba con los compañeros, como algo típico, comenzaron los malos tratos por parte de los niños, y como resultado llegaba a mi casa llorando y diciendo a mi madre que me había pegado o hecho alguna cosa que me había hecho sentir triste. La actitud de mi madre era aconsejarme, me decía que tenía que comentarle todo lo que pasaba a la profesora para que ella hablara con los niños, y así , al día siguiente yo lo hacía.
De esta manera la relación en el aula iba mejorando gracias a las acciones realizadas por la maestra.
En los primeros días, como no conocía a nadie, era una niña que poco me relacionaba con los compañeros, como algo típico, comenzaron los malos tratos por parte de los niños, y como resultado llegaba a mi casa llorando y diciendo a mi madre que me había pegado o hecho alguna cosa que me había hecho sentir triste. La actitud de mi madre era aconsejarme, me decía que tenía que comentarle todo lo que pasaba a la profesora para que ella hablara con los niños, y así , al día siguiente yo lo hacía.
De esta manera la relación en el aula iba mejorando gracias a las acciones realizadas por la maestra.
En mi infancia y adolescencia fui
una niña muy enfermiza, siempre estaba con algún virus de la temporada, virus
que salía, y virus que yo incubaba en mi organismo. Esto ocasionaba que faltara
mucho a clases y por varios días. Una de mis muchas enfermedades que recuerdo
fue la fiebre tifoidea, fue algo que no olvidare, porque fueron días en cama
sin poder levantar, pasaba muchísimo frío. Pero no empeoró porque fue tratada
con tiempo.En la escuela, tomaban medidas típicas sobre la salud, como lavarse las manos
antes de comer, también habían normas de higiene como siempre ir limpios a
clases, etc.
Algo que si recuerdo es que nos enseñaban a no hacer que sonara el plato al comer, que intentáramos levantar bien el utensilio de cocina que tuviéramos para no hacer ruido con el plato al comer.
Algo que si recuerdo es que nos enseñaban a no hacer que sonara el plato al comer, que intentáramos levantar bien el utensilio de cocina que tuviéramos para no hacer ruido con el plato al comer.
Respecto a la salud emocional, en
mi infancia perdí a mi primera prima hermana y a mi abuelo paterno, del cual
ahora tengo muy pocos recuerdos. En aquel momento no lo sufres como lo harías
con más edad, pero sientes esa ausencia y esa falta de cariño. Recuerdo que fui
una niña rodeada de mucho cariño y amor, todo giraba a mi alrededor a pesar de
que tengo una hermana menor. Pero siempre nos trataron igual y siempre hemos
tenido una muy buena relación de hermanas.
Y esta es mi historia personal saludable…
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